¡En
memoria de los quijotes!
Arnuldo
Martín Rodríguez Amaya
… y los partos
fueron dolorosos, como casi todos, ese día, en manos de cuidados y dedicados
artesanos, nacieron en diferentes sitios de los Montes de María los
instrumentos que harían historia en la Región Caribe por sus alegres y
melancólicas notas musicales jamás escuchadas: las gaitas, los tambores y las
maracas.
¡Quién iba a
saberlo! Ese día nació el mejor conjunto de gaitas en toda la historia de la América
aborigen que por obra del doloroso e imperdonable desplazamiento, corrieron en
los hombros de sus forjadores que en su huida coincidieron en llegar a Salvación,
el municipio que los acogería con complacencia. El alegre y dulce recuerdo de
su tierra, en donde el verdor de sus parajes, el trinar de los pájaros, la suave brisa
Montemariana y la productiva tierra natal se mezclaba con el amargo y doloroso recuerdo
de aquellos días violentos en que huyendo por la maleza, con rasgaduras,
sudorosos y desesperados, salieron ilesos de semejante barbarie de tinte holocaustico.
Gracias a las
grandes cualidades de los reconocidos músicos gaiteros Luis, Leidys, Adriana, Astrid,
Mario y Sergio, a sus largas horas de práctica y al respaldo ocasional de
amigos, lograron consolidar el grupo de gaitas “SOBREVIVIENTES” que basaba su funcionamiento en las destrezas y amparado
en la amistad y el dolor. Inseparables amigos que dedicaron jornadas tortuosas
de gestión de recursos ante entidades oficiales y empresas privadas que les
permitiera solventar los costos de vestuario, desplazamiento, alojamiento y
alimentación que no estaba al alcance de sus capacidades económicas y les
permitiera asistir a los más reconocidos festivales de música de gaitas de ese
momento: Ovejas y Galeras en el departamento de Sucre, San Jacinto y Cartagena
en el departamento de Bolívar y Cereté en el Departamento de Córdoba.
Dejaron atrás un pasado triste y son una muestra
fehaciente del empuje, la perseverancia y abnegación que deben tener las
agrupaciones musicales para subsistir a pesar de la falta de apoyo estatal, de
una mala orientación de políticas culturales gubernamentales y del decreciente
apoyo financiero del sector privado. Hoy, siendo distinguidos como la mejor
agrupación musical que haya participado en la Universidad de la Gaita, se desplazan por el viejo continente
promocionando la música de gaitas a través de su trabajo titulado “Orgullo
Caribe”, que contiene doce canciones llenas de alegría, amor y reconciliación.
La canción “A pesar de las diferencias seguimos avantes” relata la
historia de los organizadores de un festival que subsiste a pesar de los
embates y malas intenciones de quienes dicen querer y proteger a los festivales
desde sus altos cargos administrativos, pero que, lentamente los debilitan con
la entrega tardía de recursos oficiales, la falta de acompañamiento en los
procesos de gestión y promoción que pudieran permitir realizar una mejor
planificación de las actividades culturales que redunden en el fortalecimiento
de los mismos mediante una fuerte promoción publicitaria y una mejor atención a
quienes son el cuerpo y alma de los eventos: los gaiteros.