Una
lagrima rodo por mi mejilla, no lo podía creer. Eran más de veinte años de
servicio y sacrificio en los que la entrega por las labores encomendadas era la
principal preocupación de Ignacio y hoy lo veía triste, cabizbajo y de lento
caminar. No era por cosas de la edad, no señor. Una isquemia lo golpeó en su
salud y lo dejó con menos fortaleza para sobrellevar la carga de la vida diaria
al lado de su hija con discapacidad.
Hombre
noble, fortachón, dicharachero, conocedor del oficio de la fontanería y serio
en su responsabilidad, eso sí, sufrió dolor intenso cuando su esposa falleció
en accidente vehicular. La pérdida de su esposa, la responsabilidad de atender
a su hija discapacitada y la ausencia de sus otras hijas quienes al lado de sus
esposos viajaron a otras ciudades y su isquemia reciente, generaron en su
interior sentimientos de tristeza y melancolía, era normal porque a su edad,
solo se piensa en el retiro laboral y una buena pensión.
¿Quién
no se imagina una vejez llena de alegrías, viajes, salidas familiares y estar
acompañado de un buen amor? El sosiego que le da una buena pensión a quien ha
trabajado toda una vida es incomparable. Solo se piensa en el bienestar
familiar, en los amigos, en los buenos recuerdos, esos que nos animan en la
juventud. No hubo alegrías, ni viajes, ni salidas familiares, ni buen amor de
pareja. La vida había golpeado tanto a Ignacio que ya era casi un milagro que
estuviera vivo y todo en un lapso de tiempo relativamente corto.
La
desesperanza, la angustia, la tristeza y el miedo al caer cada noche se
reflejaba en sus ojos. Esa mirada lejana y vacía se volvía recurrente, no se
iba, permanecía en él. Pensaba a diario en su pensión, aquella que con sudor y
esfuerzo cultivo en su vida laboral y que hoy día ve más lejana que al inicio.
La
indolencia de quienes tenían la responsabilidad de realizar los trámites
correspondientes a su pensión, la indiferencia de quienes pasan por los cargos
solo pensando en el tamaño del bolsillo y un Estado pasivo y lleno de trampas
normativas para quienes andan de a pie, no permiten que aunque sea por
solidaridad, Ignacio disfrute del fruto de su trabajo.
Ya
no es alegría lo que produce el disfrute de una pensión, es el dolor de ver que
ésta es cada vez más esquiva y lejana lo que nos agobia.
Tanto trabajar…
LAS TIC’s COMO HERRAMIENTAS PARA LA EDUCACIÓN por Arnuldo "Tuto" Rodriguez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional.
LAS TIC’s COMO HERRAMIENTAS PARA LA EDUCACIÓN por Arnuldo "Tuto" Rodriguez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional.